La construcción de la lesbiana perversa (Gedisa)
Para la activista del movimiento feminista y lésbico Beatriz Gimeno (Madrid, 1962), los medios de comunicación son en buena parte responsables de que persista el armario. En su último libro, La construcción de la lesbiana perversa (Gedisa), la ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales recuerda el peso que tuvieron los medios en la condena a Dolores Vázquez por el asesinato, en 1999, de la joven Rocío Wanninkhof, crimen por el que Vázquez pasó 17 meses en prisión antes de ser absuelta e indemnizada.
¿Qué persigue con el libro?
Denunciar cómo se llevó a cabo el proceso mediático, social y político contra Dolores Vázquez, y cómo la existencia de los prejuicios puede ayudar a condenar a cualquiera. También es un análisis del armario como mecanismo de opresión y respuesta a la homofobia social. Se impone desde fuera y hace que los prejuicios no puedan ser contestados.
¿Cree que la prensa es más fuerte que la justicia?
La prensa tuvo entonces mucha culpa, creó un personaje totalmente ficticio de mujer antipática y perversa. A partir de ahí, la gente, el jurado y los medios la creyeron culpable y se la pudo condenar sin ninguna prueba, aunque era una asesina muy improbable. En muchos aspectos no se decía que era lesbiana, un poco por cuidado, pero al final ese mecanismo terminó ayudando a condenarla, nadie pudo percibir que esa niña muerta era también hija suya.
¿Los medios tratan peor a las lesbianas que a los gays?
Sí, por lo menos, con más miedo, porque ellas son más invisibles. Hay dos tipos de lesbianas públicas que hay que desmontar: la viril y la supermujer guapísima. Hay tantos tipos de lesbianas como de mujeres, pero a la prensa le cuesta mostrar con naturalidad este aspecto, le cuesta decir que una mujer es lesbiana. Sólo lo usa en sentido negativo o para seguir armarizando.
¿Qué pide a los periodistas?
Que se formen, tengan cuidado y escuchen a las asociaciones para crear códigos, y que los prejuicios no se reflejen en las informaciones. Por ejemplo, es terrible, humillante y ofensivo cuando hablan de mujeres transexuales y las nombran en masculino.
El Día del Orgullo Gay de 2008 se dedicó a visibilizar a las lesbianas, ¿se logró?
Sí, ha servido. Que se asuma ese reto y se demuestre que no está conseguido es algo que necesitamos. Poco a poco. Todavía no ha salido una lesbiana famosa del armario.
¿Qué le parecieron las recientes declaraciones de la reina Sofía en el libro de Pilar Urbano sobre la manifestación del orgullo homosexual?
Para empezar, la reina que se calle. No tiene que hacer declaraciones políticas, porque entonces yo diré que quién la ha votado o la ha puesto ahí. Me he dado cuenta de que es una mujer completamente alejada del mundo, de la sociedad, poco leída, poco enterada de las cosas, bastante inculta, poco formada. No es que se haya situado en el lado conservador, es que lo que dice ella no lo diría ni siquiera gente del PP. No se mete sólo con gays y lesbianas, sino que prácticamente se declara contra todos, contra una parte enorme de la sociedad. Yo he leído el libro y es un disparate completo.
La ambigua matización de la Casa Real satisfizo, en cambio, a las asociaciones de homosexuales...
El comunicado de disculpa fue todavía peor, empeoró las cosas, pero la Casa Real no va a pedir un perdón específico; supongo que el colectivo intentaba ser prudente y cerrar pronto la polémica. Y los demás afectados tampoco continúan exigiendo nada. Supongo que los colectivos no querían llevar la voz cantante en este asunto que afectaba a todos, no sólo a gays y lesbianas.
Fuente: http://www.publico.es/espana/actualidad/172964/igualdad/casareal/gays
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