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Cómo no partirse de risa y no morir en el intento

Cómo no partirse de risa y no morir en el intento
El periódico el País emplea a dibujantes con Erlich para representar artículos de opinión a través de personajes de cómic.
Las viñetas son una manera estupenda de representar realidades de forma ligera y divertida, aunque no siempre es así.
Elrich utiliza una y otra vez la imagen de la mujer en minifalda- cuando
ésta es joven-, de adefesio cuando es mayor y de histérica profesional.


Esta viñeta es un ejemplo de ello: Un insulto a todas las personas que
trabajamos para que las mujeres no suframos la violencia machista
estructural de esta sociedad patriarcal.
Ante la queja a la Defensora del lector de ese periódico, por la publicaciones reiteradas de este autor en el mismo tono machista y retrógrado, Milagros  Pérez Oliva contesta:



Me he tomado un tiempo para analizar el humor de Elrich porque quería
observar su evolución. Desde que usted escribió ha publicado varias
viñetas más relativas a la relación entre hombres y mujeres. También he
revisado viñetas anteriores. Entiendo que el tipo de humor que tiene
pueda no gustar a muchas mujeres. Pero no creo que vulnere en ningún
caso el Libro de Estilo de El País. Las viñetas son consideradas, a
todos los efectos, como artículos de opinión. Representan la
sensibilidad de sus autores, y sólo serían rechazables aquellas que
contravinieran los principios recogidos en el Libro de Estilo. No creo,
sinceramente, que sea el caso, aunque admito que su humor es muy
discutible en este aspecto en concreto.


Quedo a su disposición para cualquier otra cuestión que quiera plantearme.


Saludos muy cordiales,
Milagros Pérez Oliva,

Defensora del Lector




El "humor" de Elrich nada tiene que ver con un
asunto de gustos- como Milagros Pérez interpreta, sino que se trata de un acto
contra la dignidad de la mujeres.

No es comprensible la metodología que se utiliza en ese
llamado "Libro de Estilo de El País".
No entra en lo esquemas
de promoción de la igualdad de oportunidades y de respeto entre personas de diferente sexo.
Sería conveniente una revisión de dicho manual puesto que
perjudica al 50% de la población de este país, y desde luego no ayuda al
establecimiento de una sociedad más justa.


Hace falta ser retrógrado y
machista para confundir con humor, la permanencia-por orden divino- de
las mujeres en el rol de los cuidados, de la servidumbre y del espacio
privado.




Cómo no partirse de risa...


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