Bajo el nombre “Revolución” se esconde la injusticia, el abuso y atentados continuos contra la integridad y la inteligencia de las mujeres.

“No hay nada más parecido a un machista de derechas que un machista de izquierdas”

 

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Un boicot feminista limita las actividades de Ortega

21/08/2008 TONI CANO

Las feministas le están haciendo pagar años después al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, los largos abusos sexuales de los que le acusó su hijastra Zoilamérica Narváez. La campaña internacional emprendida por las nicaragüenses y las protestas de mujeres en distintos países han impedido últimamente algunas actividades e incluso viajes que Ortega tenía previstos, y han puesto de nuevo sobre la mesa de la justicia interamericana la olvidada denuncia de Narváez. El Frente Sandinista calificó ayer a esas feministas de "traidoras de la izquierda a sueldo de la CIA".

Daniel Ortega no pudo asistir a la toma de posesión del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, porque hasta la ministra de la Mujer del Gobierno entrante se unió a las manifestantes y amenazó con dimitir si el gobernante nicaragüense estaba entre los invitados. Sin embargo, la versión oficial que difundió la esposa de Ortega, Rosario Murillo, achacaba la ausencia a un "fallo en el avión". Igual que en su día consideró "una falsedad", o cuando menos "una cuestión de familia", la denuncia de su propia hija.

Fue en 1998 cuando Zoilamérica, ahora una socióloga de 42 años, se decidió a denunciar la ignominia. "Desde los 11 años fui agredida sexualmente y de manera reiterada por muchos años, por quien, a pesar de su condición de padre de familia, abusó de su poder, sembró en mí --en aquel entonces una niña-- miedo e incertidumbre y afectó emocionalmente el desarrollo de mi infancia y mi adolescencia: Daniel Ortega, el presidente sandinista", afirmó entonces.

La justicia nicaragüense archivó el caso como asunto prescrito, pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) --organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA)-- lo admitió a trámite en el 2001 y ayer dijo haber llegado a la "etapa de fondo" en el análisis de la denuncia de Narváez. Por su parte, Zoilamérica manifestó: "Superar los efectos de esa prolongada agresión, con el acoso, la amenaza, las presiones y el chantaje que la han acompañado, no ha sido fácil".

Varias dirigentes feministas de Nicaragua señalaron que el "pacto mundial para rechazar la presencia de Ortega" se debe a aquellos abusos sexuales y al respaldo del mandatario a la lesgislación que prohíbe cualquier aborto en el país centroamericano.