La abogada que dejó la toga para sacar carbón de la mina
MIERES (ASTURIAS) // “En nuestra generación, hay demasiada gente que pospone tener un sueldo digno hasta después de cumplir los 30. Al final, terminan hipotecando su juventud. Cada vez se paga peor a los jóvenes y se les explota más. Habrá un momento en el que ya no podremos tener una vida personal. Ya es hora de que nos planteemos qué queremos: ¿Un Estado de Bienestar o el individualismo y la esclavitud de China o India?”. Concepción Alonso, ‘Conchi’, minera de 34 años del pozo Carrio (Asturias), está licenciada en Derecho y acumula un puñado de titulaciones en su currículum, pero en 2006 decidió reconducir su carrera hacia el fondo de las minas, uno de los pocos rincones en los que encontró una remuneración “digna” a cambio de su trabajo.
Tras la universidad, la mayoría de sus compañeros de promoción tuvieron que irse a vivir a Madrid, a pequeños pisos compartidos, con sueldos “ridículos”. “Yo preferí quedarme en mi tierra”, explica. Primero trabajó como pasante en un bufete de abogados y, después, como interina en los juzgados de lo penal número 1 y 3 de Oviedo, pero finalmente optó por trabajar en la extracción de carbón, como ayudante de minero.
16 años de mujeres mineras
Cuando fallece un trabajador en una mina, se da Prioridad Absoluta (PA) a la contratación de uno de sus hijos o yernos varones, para evitar un drama económico en las familias que, generalmente, solo tienen la fuente de ingresos del padre. Pero, desde hace unos años, “las hijas y las nueras también tenemos acceso por esta vía”, destaca Conchi, que empezó a trabajar así en la empresa Hunosa.
Ella y las más de 100 mujeres que trabajan en el sector del carbón en España conocen la historia de Concepción Rodríguez, quien les abrió el camino a las profundidades más negras de Asturias, León o Teruel, en 1996. En el frío enero de aquel año, se convirtió en la primera española que lograba trabajar en una mina, tras una histórica sentencia del Tribunal Constitucional, que reconoció el derecho de las mujeres a extraer carbón.
Marcha negra
El pasado 22 de junio, Conchi se despidió de su marido y de su hija de 8 meses en Mieres (Asturias) para comenzar la ‘marcha negra’, que llegará a Madrid el lunes 9 de julio y en la que participan 200 mineros de Asturias, Castilla y León y Aragón. Conchi es una de las pocas mujeres que participan en la caminata, pero niega que se trate de un colectivo machista: “En mi vida he tenido muchos trabajos con gente de traje y corbata, y nunca he encontrado más respeto por parte de mis compañeros que en la mina”.
La mayoría de los 200 mineros lleva cascos blancos, con frontales de luz. El suyo es negro. Se lo dio José Ramón Fernández, un minero que participó en los encierros de 1992. Aquellas protestas lograron que el gobierno de Felipe González sentase las bases de los fondos mineros y el proceso de reindustrialización de las comarcas, que mantuvieron los Ejecutivos de Aznar, Zapatero y Rajoy. “Llevaré el casco negro a Madrid en honor a José Ramón. Porque todo lo que tenemos hoy lo debemos a ellos”.
http://maspublico.com/2012/07/08/la-abogada-que-dejo-la-toga-para-sacar-carbon-de-la-mina/
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