Más de 60 personas pudimos disfrutar el pasado viernes en el CSO Kike Mur de la charla “Relaciones de género en los CSO”, organizada por el colectivo Febrero Feminista de Zaragoza y enmarcada dentro de las jornadas Noviembre Antifaixista 2012.
En la presentación por parte de Febrero Feminista se expuso que esta charla era la continuación del trabajo que el colectivo comenzó hace unos meses con el Estudio: “El machismo que nos toca y nos atraviesa. Relaciones patriarcales en los movimientos sociales de Zaragoza“.
Durante varios meses Febrero Feminista realizó una encuesta a varios colectivos sociales zaragozanos basada en el estudio de Barbará Biglia, “Transformando dinámicas generizadas: Propuestas de activistas de Movimientos Sociales mixtos”.
Los resultados generales de dicha encuesta se presentaron en febrero de este año y ahora desde el colectivo se pretende continuar con el trabajo a través de una devolución a cada colectivo de sus resultados con el objetivo de generar pequeños grupos de debate.
Desde Febrero Feminista destacan que “cuando empezamos a trabajar dentro del Febrero Feminista, este nos parecía un tema importante no sólo para tratar en una charla puntal si no para tratar de manera más continuada, generando debates y reflexiones individuales de la gente de los movimientos sociales, que esas reflexiones y debates se dieran en los colectivos y entre unos colectivos y otros”, y añaden, “queremos poner encima de la mesa algunas cuestiones claves para debatir y crear estrategias conjuntas sobre el machismo en los movimientos sociales, cuestiones muy básicas como si lo detectamos o no, o que entendemos por el mismo, lo que nos pincha, nos toca y nos atraviesa a cada una. Plantearnos entre todas y todos si ¿Nuestros espacios son patriarcales? ¿Qué importancia tiene el feminismo frente a otras luchas en los movimientos sociales? ¿Qué roles se siguen reproduciendo?. Desde Febrero Feminista creemos que un primer pasito es el (re)conocer para cambiar y ver la relación que se da entre el reconocimiento colectivo del sexismo en los movimientos sociales y el trabajo que se da en ello, que cosas se han hecho, estamos haciendo o podemos hacer para no seguir reproduciéndolo”.
Tras la presentación por parte del Febrero Feminista se dio paso a Pili Álvarez Molés, del Movimiento okupa de Bilbao.
Pili ha realizado una Tesina sobre relaciones de género en algunos gaztetxes de Euskalerria, y explica “como participante de uno de estos espacios soy consciente que el discurso y la práctica no siempre es la misma y que en los gaztetxes existen numerosas discriminaciones por razón de género. Mi objetivo no es criticar los gaztetxes sino poner sobre la mesa que existe un problema“.
Pili comenzó su intervención a través de dos dinámicas de grupo.
- Para la primera nos pidió a las personas asistentes decir nuestro nombre, si participamos en un colectivo mixto y si creíamos que en ese colectivo se daban discriminaciones por razón de género o relaciones de poder en base al género. Muchas de las personas asistentes comentaron que en sus colectivos sí que observaban comportamientos que reflejaban relaciones sexistas.
- La segunda dinámica consistió en dividirnos en dos grupos y analizar dos frases cada grupo (el grupo debía posicionarse sobre si estaba de acuerdo en esta afirmación, en contra o no había consenso).
El grupo uno debatió sobre las frases:
“Que sean las mujeres mayoritariamente las que participen en grupos de padres y madres u ONG que prestan servicios asistencialistas es una casualidad“
- El grupo llegó al consenso de que no estaban de acuerdo con esta frase. Se afirmo que esto no es una casualidad. Se valoró que los sexos eran construcciones sociales, con lo cual, el sistema garantiza que se transmitan dichos valores sexistas de lo que es masculino o femenino. Que de los cuidados principalmente son asignados a lo femenino, respondiendo así a una estrategia de control social por parte del capitalismo. Que se debería dar el mismo valor social a los cuidados que al resto del sistema productivo.
“Existe un prototipo de “militante ideal”
- El grupo no llegó a un consenso. Para algunas personas no existe un prototipo de militante ideal, otras afirman que no mola pero si existe. Algunas dan más valor a las personas que cuidan del colectivo y otras a las personas que más producen. Se habla en el grupo de que cualidades se valoran en las personas militantes. De como a veces los cuidados o tareas como limpiar el baño del local del colectivo no se valoran y como otras como programar muchas actividades de cara al exterior sí. Se planteó: ¿ideal significa líder?
El grupo dos debatió sobre las frases:
“No se ha hablado nunca sobre agresiones sexistas en el grupo”
- El grupo no llegó a un consenso. Aunque básicamente el grupo estaba de acuerdo en que en la mayoría de los colectivos sí que se hablan estas cuestiones salieron matices como: Se habla pero solo cuando pasa algo “grave” y son las chicas las que sacan el tema. No tenemos protocolos de actuación en la mayoría de los colectivos. No nos anticipamos a como reaccionar en caso de que pase algo dentro del colectivo. En el debate surgen cuestiones como ¿qué entendemos por una agresión?. Para algunas personas el lenguaje sexista o que nos griten o que no nos tengan en cuenta en las asambleas también son agresiones. ¿Se cuestiona a la persona agredida?.
“En el grupo no damos tiempo a pensar en las dinámicas internas o en el propio funcionamiento del grupo y siempre estamos haciendo cosas de cara al exterior”
- El grupo no llegó a un consenso. Algunos colectivos o personas militantes afirman que esto en sus grupos si pasa y otras afirman que no. En el debate surgen cuestiones como ¿qué peso y/o tiempo le damos en nuestras asambleas a cuidarnos, a hablar de cómo nos relacionamos y cuanto a programar actividades de cara al exterior?.
Tras la dinámica Pili Alvaréz expuso las conclusiones principales de su investigación: “Movimientos Sociales, Relaciones de Género y Cultura. El caso de los Gaztetxes en la CAPV”, explicando que “este estudio se pretende utilizar para crear materiales validos con los que trabajar en los gaztetxes la problemática del genero“.
Desde Febrero Feminista extractamos algunas de las conclusiones de su trabajo que nos servirán para pensar sobre el feminismo como forma de acción social y política:
- Se puede afirmar que las hipótesis planteadas se han ido confirmando a lo largo del trabajo de campo. La primera ponía en relieve una de las contradicciones internas que se viven en los gaztetxes: aunque en teoría son espacios no sexistas, se siguen reproduciendo desigualdades de género, ya sea en los modos de participación, en la división de tareas o en la programación cultural.
- En los gaztetxes, por lo general, la mayor parte de los participantes son chicos y aunque se pretende que no haya discriminaciones, son espacios masculinizados. Así mismo, las formas de ser, de participar y de relacionarse son diferentes según el género. El problema surge cuando se utilizan y valoran, por encima de otras, una serie de características de los modelos de feminidad y masculinidad.
- Las reacciones más corrientes suelen ser no aceptar la crítica, negar que en el gaztetxe se den discriminaciones, sentirse atacado/a, deslegitmar a la interlocutora tachándola de pesado y/o exagerada, quejarse de que es la misma historia de siempre o, simplemente, evitar el tema.
- También he confirmado la hipótesis de que en la mayoría de los gaztetxes no se trabaja para erradicar las desigualdades de género y, en muchos casos, las personas participantes no son conscientes de ello. Sin embargo, los grupos feministas que participan activamente en los gaztetxes desarrollan un papel muy importante porque, entre otras cosas, hacen visibles y cuestionan las dinámicas sexistas internas y fomentan que se trabaje para superarlas.
También queremos destacar, desde Febrero Feminista, algunas de las recomendaciones generales de actuación recogidas en el estudio que pueden servir como base para orientar el debate en los diferentes gaztetxes acerca de la cuestión de género.
- El debate, la autocrítica y el cambio deben considerarse una riqueza, y no una debilidad del colectivo.
- Para abordar el sexismo existente en los gaztetxes, lo primero que hay que hacer es conceptualizar la problemática como algo colectivo y no como una cuestión exclusiva de las mujeres.
- Para evitar agresiones sexuales o saber como actuar es importante trabajar el tema antes de que sucedan. Debatir la raíz del problema, con el objeto de elaborar un protocolo de actuación ante agresiones sexistas, que posteriormente se colocará en un lugar visible para que todas las personas lo tengan presente.
- Deconstruir continuamente todo aquello que nos perjudica y, resocializándonos día a día en nuevos parámetros, buscar la forma de sistematizar todo lo que se vaya trabajando en materia de género, los resultados, conclusiones, debates, dudas, acuerdos o desacuerdos que surjan. Con ello, la labor se hará visible y, a la vez, quedara un legado para que las futuras generaciones sigan desarrollándolo.
¡Si no hablamos del patriarcado, lo reproducimos!
Febrero Feminista | Para AraInfo
http://arainfo.org/2012/11/febrero-feminista-crear-estrategias-conjuntas-contra-el-machismo-en-los-movimientos-sociales/
http://febrerofeminista.noblezabaturra.org/febrero-feminista-crear-estrategias-conjuntas-contra-el-machismo-en-los-movimientos-sociales/